¡Feliz invierno del '85!

Era un día común y corriente en el invierno de 1985, miraba cómo caía la nieve por mi ventana y sentía que mi aburrimiento aumentaba poco a poco a cada minuto...
En eso, se me vino la idea de ir a jugar con la nieve sólo un rato. Bajé las escaleras lo más rápido que pude y le pregunté a mi madre si me daba permiso de ir afuera. Lo único que recuerdo fue que me cubriera bien, ya que había una temperatura de -5 grados... Volví a subir lo más rápido que pude para vestirme. 
Cuando volví a bajar, me despedí de mi madre con un cálido abrazo y salí a la calle. Como no hay muchos niños en la colonia, empecé a hacer aquellas bolas gigantescas para aquel famoso muñeco de nieve... No pasó mucho tiempo cuando oí el golpe de una puerta... El señor Tedy J. parecía un poco alterado y su rostro estaba pálido... respiró profundamente y luego su mirada la dirigió a mí con una sonrisa de oreja a oreja, tanto, que llegó a darme un aire de miedo. El señor Tedy se acercó a mí alegre, pero cuando estaba al frente mío, pude ver el sudor que estaba en su cara.

-¿Qué haces aquí sola...?
-Pues... juego un rato, adentro de mi casa...
-¿A caso tu madre no te dijo de la fiesta que hay en el bosque?- me interrumpió
-¿Cuál fiesta? 
-¡Ay niña! Todos los años se hace un convivio en el bosque por estas fechas de Diciembre...
-Es una fiesta familiar... ¿cierto?
-¡E-Exacto! -respondió nervioso- mira, ¿quieres ir? -sonrío mucho más nervioso

Pensé sólo un momento, demasiado pequeño, y al instante respondí:

-¿Hay niños con los que pueda jugar? 
-¡Claro! Van a ir sobrinos míos y sus amigos
-Entonces, ¿podría hablar con mi mamá?
-¡Sí! Espérame un momento y nos vamos enseguida

El señor Tedy fue a mi casa, tocó la puerta y mi madre abrió y lo dejó pasar. <<Parece psicópata>> pensé mientras me levantaba... A los 5 minutos, el señor Tedy había regresado y yo estaba ya en el pórtico de su casa... Abrió la puerta del coche y yo me metí inocente...
En el camino, observaba el paisaje invernal que ofrecía la estación fría... Cuando dirigí mi mirada al Sr. Tedy, éste parecía mucho más nervioso que antes, y las mangas su camisa tenía manchas rojas... 
Entonces, el pánico invadió mi cuerpo y alma... Ya sabía cual era mi destino... Respiré  agitada y el empezó a verme de otra forma...
Él detuvo el auto en medio de la carretera y yo abrí la puerta con desesperación... 

Lo último que recuerdo... Sí... Lo último que recuerdo de aquel día... Fue el sonido de su diversión...