LONG KISS, GOOD BYE

“Long kiss, good bye”

Personajes:

-Sonic The Hedgehog

-Amy Rose

-Sally Acorn

-Miles “Tails” Prower

-Knuckles The Echidna

-Eggman

-Shadow The Hedgehog

-Cream The Rabbit

-Vanilla The Rabbit.

-Cril “Aura” The Hedgehog

-Maikel “Blade” The Hedgehog

Mientras nuestro gran héroe corría a velocidades infinitas, una chica de 15 años recién cumplidos, de cabellera rosa y hermosos ojos verde esmeralda, trataba de seguirle el paso, pero se le hizo imposible alcanzarle la velocidad a la que Sonic corría.  Amy pensaba que era injusto de que su amado se alejara de ella con aquel don que se le había otorgado de nacimiento.

-Sonic… ¿por qué te alejas de mí?.. –susurró la eriza

-Tal vez porque no siente algo por ti

Una voz femenina y reconocida en todo Mobius la había contestado aquel pensamiento de Amy. Era Sally Acorn, la chica de la cual era propietaria del corazón de Sonic. Amy, cuando volteó al verle, su rostro cambió de triste a seria, al verla no le provocaba satisfacción alguna, solamente celos y ganas de darle un golpe con su Piko-Piko Hammer que la llevara hasta las afueras de Station Square.

-Hola Sally- saludó con frialdad

-Hola Amy, ¿por qué perseguías a Sonic?

-Necesitaba hablar con el… pero por lo que veo, él no quiere ni verme- miró al horizonte

-Pues, de una vez te digo, el jamás te hablará, no ve algo interesante en ti como lo vio en mí.

Estas últimas palabras hicieron que el corazón de la pequeña se partiera en miles de pedazos para después, hacerse furia y unas ganas de hacer que el pensamiento anterior se hiciera realidad. No obstante, decidió calmarse y despedirse, yendo a la estación de trenes que no estaba muy lejos de ahí.

Por otro lado, en Mystic Ruins, se encontraba Sonic, con la mirada hacia el atardecer. En ese momento, el erizo azul no sabía en qué pensar por lo que había hecho hace unas horas, en otras palabras, se sentía culpable cuando había dejado a Amy en aquel lugar. De pronto, sintió la presencia de una vieja amiga, que había conocido realmente en City Escape hace tres años.

-Sonic, ¿qué haces tú solo por aquí a estas horas?

-Lo mismo pregunto Aura…

El erizo de 18 años la miró de reojo, después de tanto tiempo, se había convertido en una eriza muy guapa, había tenido cambios sumamente extraordinarios para una chica de 17 años, su ropa era un top negro con blanco y un short de color negro… técnicamente era como una Rouge más, pero con una actitud seria, fría y misteriosa, pero cuando uno la conocía realmente, era dulce, sencilla y tranquila, de buen corazón.

-…Solo estaba por aquí para………

-No me tienes que decir, he leído tu aura desde que te vi, te has sentido culpable de tus actos hacia Amy, aparte de eso, puedo ver que estás confundido…

-¿Confundido?- se levantó

-Sí, confundido, no sabes si estás enamorado de ella o de Sally…-hizo comillas con sus dedos al decir el nombre de la ardilla

-Espera-espera-espera… ¿Cómo sabes el nombre de MI novia?

-Mi querido amigo, pensé que ya me conocías,-cruzó los brazos- leo auras y puedo saber la vida de una persona en los diferentes tiempos, no me es necesario conocer a las personas que él ya conoce personalmente, con leer su energía me basta para conocer a todos sus seres queridos, recuerda que soy un…

-Deseo humano-dijeron los dos al mismo tiempo

-Supongo-suspiró el erizo- que tienes razón…

-¿Cuándo no la ha tenido?- se agregó una voz masculina a la conversación

-Hola Blade… Cuanto tiempo sin vernos

-Hola Sonic, ¿qué ha pasado con tu entusiasmo?

Blade también había cambiado, tenía 19 años, sus púas, al igual que las de Aura, Sonic y Amy habían crecido, las marcas de sus brazos y manos se habían acentuado y el color de las puntas de sus púas había cambiado de negro a azul marino.

-A caído un guerrero más en la guerra del amor- dio una leve risa irónica la eriza al contestarle a Maikel

Sonic miró con seriedad a Aura, volvió a suspirar y se sentó en el barranco en donde estaban. Maikel miró a Cril a los ojos y luego negó con la cabeza. La chica se sentía apenada de lo que había hacho y pidió disculpas, para luego irse con el erizo blanco.  Horas más tarde, Tails lo había encontrado con la mirada hacia las estrellas del cielo nocturno. Al principio pensó que él se había quedado dormido, pero al verle más de cerca, lo encontró con la mirada triste y perpleja.

-¿Sonic, qué es lo que te ha pasado?

-Tails, quiero comprobar algo importante…

-¿Si?

-¿Cuántos meses llevo con Sally?

-Desde que tengo memoria, creo… -respondió el pequeño de 11 años

-¿Cuántos meses lleva desde que conocimos a Amy?

-No lleva unos meses… Sino unos tres años… -dijo confundido

-¿Tú crees,  solamente es curiosidad, que me he aburrido de Sally?

-No lo sé, la has amado tanto que siempre has dado tu vida por ella, pero…

-¿Pero? –se levantó el erizo rápidamente, mirando a Tails

-…Desde que conociste a Amy, cambias tu mirada cada vez que te la encuentras, yo diría que es la misma mirada que le dabas a Sally.

-¿Por qué dijiste “dabas” en tiempo pasado?

-Pues… ya no la miras igual… pareciera que te ha aburrido estar con ella mucho tiempo…

-¡Pero yo la amo!-gritó desesperado

-Hey… tranquilo Sonic… todo puede cambiar…

-No puede ser posible…

-Todo es  posible, seguramente tu cambio es porque has estado más tiempo con Amy que con Sally…

-Puede ser.….

Un silencio sumamente incómodo apareció, Sonic parecía estar nervioso con la deducción de su mejor amigo. ¿Cambiar aquel sentimiento hacia la persona más especial de tu vida por otra? No parecía justo, pero aquello que pasaba se llamaba “magnetismo” y parecía que Sonic no lo veía claramente…

En aquellos momentos, Amy estaba tomando tranquilamente una taza de té de manzanilla en la casa de Vainilla y Cream, pero en realidad ella estaba ahí en esos momentos porque necesitaba a alguien que la escuchase realmente y le diera un consejo. Al escucharla, Vainilla vio la intranquilidad en sus palabras y lo único que pudo decir es…

-Amy, debes tranquilizarte, el tiempo puede darte a un mejor chico que en verdad te ame tal y como eres…

-O tal vez el Sr. Sonic no se ha dado cuenta de lo especial que eres Amy –dijo Cream abrazándola

-Oh Cream, eso espero, las cartas del Tarot dicen que yo no tengo posibilidad de tener algo con Sonic.…

La chica ya tenía lágrimas en los ojos, su corazón realmente estaba hecho pedazos. Después de un tiempo, Amy se despidió de Vainilla y Cream, un poco más tranquila. Yendo ya a casa, por aquel camino oscuro, Amy iba mirando el cielo, pensando en el consejo de Vainilla… “Tal vez… si hay alguien para mi…” En eso, vio una sombra a la lejanía y ella, espantada, decidió sacar su Piko-Piko Hammer por seguridad, pero la sombra se acercaba más y más hasta que ella pudo reconocerla… ¡Era Shadow que estaba mal herido! La eriza corrió a socorrerle cuando lo vio caer al suelo. Al llegar hasta a él, trató de levantarlo y llevárselo a su casa pero en eso, el erizo negro abrió los ojos y la miró…

-María… ¿eres tú?...

-Shadow, trata de levantarte, ¡por favor!- suplicó la eriza sin escuchar a Shadow

El erizo se levantó y se recargó en Amy, por suerte, la casa de ella no quedaba tan lejos. Cuando entraron, Amy vio las heridas que eran graves y lo sentó en el sofá, rápidamente fue por el botiquín de primeros auxilios para curarlo. Ella se puso encima de el para ponerle alcohol en sus heridas y tratar de calmar la hemorragia que tenía. El erizo chilló de dolor y luego se mantuvo en silencio. Amy tomó de nuevo el botiquín y sacó una aguja e hilo para costurar la herida que tenía en el abdomen, la de la hemorragia. De nuevo, el erizo chilló y puso su mano encima de la de Amy, tratando de decir que parara… Ella se ruborizó un poco pero no le hizo caso a la acción de Shadow…

-Deja curarte… si me estorbas, no podré detener la hemorragia que tienes…

-Puedo curarme solo… ya no me lastimes más María…-la miró a los ojos

-Shadow, prometo no hacerte daño- dijo la eriza, confundida de aquel nombre- así que déjame ayudarte

-Está… está bien… -quitó su mano y acarició la mejilla de la eriza- confío en ti…

Amy continuó ruborizada  y el erizo cerró los ojos, pensando que el dolor no existía en su cuerpo. Al poco tiempo, ella había terminado y el erizo trató de acostarse en el sofá y al instante, quedó dormido. La eriza rosa estaba sumamente confundida con el nombre que Shadow le decía, “María… ¿quién será ella?” pensó mientras iba por una sábana y una almohada para Shadow. Ella acomodó bien al erizo y este le agradeció con una pequeña sonrisa… Al día siguiente, ella se había levantado tarde para ir al trabajo. De su habitación salió desesperada directo a la cocina, tomó un yogurt bebible de fresa y fue hacia la puerta principal. Antes de salir vio el sillón y se aseguró de que Shadow seguía ahí, dormido. Efectivamente, ahí estaba, aún con la sonrisa en su cara… “Ha cambiado tanto todos estos años…” susurró la eriza mientras lo observaba. Pero el agudo oído de Shadow escuchó a Amy y este se levantó enseguida: el erizo miró a todos lados para poder reconocer el lugar y luego cayó al piso de rodillas, poniendo su mano en la costura que Amy había hecho.

-Déjate ahí – corrió la eriza hacia donde Shadow y lo levantó

-Debo… debo irme…- dijo mirándola

-¿A dónde?

-Eggman la tiene…

-Pues tú no vas a ningún lado Shadow, estás muy lastimado y es preferible que guardes reposo por un tiempo…

-Me curo solo, no necesito reposo ni nada por el estilo – dijo ya enojado

-Te lo suplico Shadow, guarda reposo…-dijo Amy angustiada

Shadow la miró a los ojos y un recuerdo le vino a la mente: era la misma mirada que María le daba cuando ella estaba muy preocupada por él. El erizo suspiró y se sentó en el sofá, sin reprochar ni decir algo. Amy sonrió y vio el reloj que estaba en una mesita cerca del sofá.

-Creo que hoy no iré a trabajar…

-Estás muy joven para hacerlo –dijo Shadow un poco más tranquilo

-Pues verás que eso no es cierto- se sentó a su lado- aquí en la Tierra se trabaja desde los 14, ¿no quieres algo de comer?

-…Claro…-la miró a los ojos

-¿Cómo qué? – le sonrió

-Algo sencillo… no me da hambre… a menos que utilice todo mi poder…

-¿Qué es sencillo para ti?

-Pues……- desvió su mirada y pensó un largo rato

-¿Te apetece un sándwich? – trató de buscarle la mirada

-Claro……- la miró

Amy se levantó y le hizo lo que él quería en cuestión de minutos, al poco tiempo, se lo había llevado a donde él estaba.

-Aquí tienes, espero que lo disfrutes

-Gracias… ¿por qué eres tan amable conmigo?

-Pues… estás herido y a mí me han enseñado a ayudar al que lo necesita…

-…Supongo que… eres… una chica muy especial…

-Si tú lo dices…_-suspiró decepcionada

-¿Qué pasa?

-Pues… nada en especial… es lo mismo de todos los años y fastidia un poco saber que el chico que te gusta no se da cuenta lo especial que eres hasta que él te llega a perder…

Shadow pensó un poco mientras comía, supuso que era el “faker”  del que Amy estaba hablando, cuando terminó, se levantó y dejó el traste en la cocina para volver a sentarse junto con Amy. Con una idea clara que antes ya se la había dicho a su primer amor, dijo:

-Ese tipo ha de ser un gran idiota, no se merece a alguien tan bondadosa como tú Amy…

-¿Qué tienes en mente Shadow?

-Nada en específico, solo quiero cuidarte como tú lo haces conmigo en estos momentos.

-…Gracias…

Por otro lugar, en Angel Island, Sonic tenía una pequeña pelea amistosa con Knuckles, mientras que Sally y Tails hacían modificaciones con un nuevo aparato que habían inventado para encontrar fácilmente las Chaos Emeralds antes que Eggman. Cuando terminaron de pelear, se sentaron cerca del templo de la Master Emerald, un poco cansados, pero eso no le impedía a Knuckles hablar con el erizo azul. Primero se aseguró de que Tails se llevara a Sally lo más lejos posible, según al plan, y le diera la señal de que él ya podía iniciar la conversación. Y así fue, Tails dio la señal con sus dos colas mientras él y Sally se alejaban de donde estaban. El equidna dio un suspiro y comenzó a hablar:

-Me he enterado que ya no estás igual que antes, viejo amigo

-¿Eh, a qué te refieres Knuckles?- pregunto el erizo confundido

-Tú sabes a lo que me refiero, que ya no estás enamorado de Sally

-…Tails…-susurró-Bien, eso no importa, Sally es alguien especial para mí y punto-cerró los ojos fastidiado

-¿Y Amy?

Cuando el equidna preguntó, el erizo abrió los ojos y su rostro cambió al instante: parecía dolido y entristecido al escuchar el nombre de la chica rosa. No tardó mucho en responder en que si sentía algo por ella, pero no estaba seguro de que clase de sentimiento era. El equidna parecía comprender su situación y trató de aconsejarle, pero no sirvió mucho su ayuda y experiencia con él… Sonic se levantó tristemente y se despidió de Knuckles.